
Me siento atormentada en esos momentos, siento pánico y desesperación, siento que me faltas vos. Lamento haberte convertido en algo tan adictivo y necesario en mi vida, no fue mi intención, creeme. Yo creí que eras vos, yo que te empecé a sentir tan adentro y a amar tus imperfecciones. Yo que me había aferrado tanto a vos. Pero la vida gira, y cuando menos te lo esperas te toma por la espalda, no hay que aferrarse a nada pero yo lo sigo haciendo, me aferro a sentimientos. Porque vos te podrás ir, los días pasarán y el tiempo se me escapará de las manos pero mis sentimientos por vos no me los saca nadie, lo que llevo adentro no me lo saca ni lo mira nadie. Es mío, y tuyo. Aunque me hagas tomar estas deciciones, supongo que está bien porque de eso se trata crecer, de tomar deciciones. Tal vez sea hora de tomar otro camino, me voy con la pena de no poder encontrarle otro final a esto, el mismo final que le encontre siempre, adiós. Pero a veces adiós es la única manera. Son dos caminos, pero no hay que confundirse, el adiós no implica sufrir menos.
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